En concreto, la logoterapia es un modelo psicoterapéutico, con lo cual es mucho más que un acompañamiento. Veamos.
Cuando Frankl decía que la logoterapia es un complemento de la psicoterapia creo que no hacía referencia a un mero agregado a las psicoterapias tradicionales sino que la veía como un modelo más amplio, como un aporte curativo que va más allá de conocer y modular la dinámica psíquica de la persona. Esta confusión ha contribuido a una visión simplista de tan integrador y rehumanizante enfoque (estoy seguro que esto era lo que menos deseaba Frankl). Si bien en Latinoamérica se le está quitando el estigma de “complemento”, en algunas latitudes aun no se le distingue claramente como una psicoterapia en sí misma, al punto que en más de una ocasión colegas psicólogos psicoterapeutas de otras escuelas me han preguntado: “pero…¿la logoterapia es psicoterapia?” Es confundida con algún tipo de consejería romántica de palabras motivadoras, o una de esas pseudoterapias “new age” que proliferan en estos tiempos. Sin duda alguna un concepto que ha ayudado a engendrar más ambigüedad es el de “acompañamiento”. Pero primero veamos de qué trata la logoterapia como la psicoterapia que es.
La logoterapia busca (en un sentido amplio) por medio del encuentro entre terapeuta y consultante, desplegar la libertad personal (lo “espiritual”) para que la persona tome las riendas de su vida, arriesgándose a elegir y salir al mundo a encontrarse con lo valioso que no veía, encontrándole un sentido a lo que le pasa y a su existencia. Lo espiritual se despliega sobre lo psicológico que lo restringía. En este proceso de vínculo no solo hay escucha y soporte, sino también y sobre todo presencia activa del terapeuta, preguntando, señalando y confrontando al consultante con sus miedos, mostrando auténticamente su sentir para ayudar al otro a salir de sus fachadas. Es decir, no solo te acompaño en tu neurosis, sino que intervengo, te ayudo a que te ayudes, te ayudo a mirarte a ti mismo en aquello que no quieres ver. Soy un facilitador para tu propio proceso de liberación y crecimiento, y así crecemos juntos, porque esto es mutuo. No por nada Frankl y otros autores han escrito tanto sobre los mecanismos neuróticos y el tratamiento de las neurosis con logoterapia, ya sea en su forma específica en el abordaje de la depresión noógena (estado depresivo que deviene de la falta de percepción de sentido en la vida) como en su forma inespecífica en el abordaje de las neurosis psicológicas.
Y ahora entonces… ¿a qué hace referencia la palabra “acompañamiento”? Bueno, en un acompañamiento no hay necesariamente un psicoterapeuta y un consultante, puede haber dos amigos, ya que un amigo puede acompañarme en mi dolor, como puede hacerlo un familiar, un sacerdote, un psicólogo, un educador, un asistente social, etc. Si te acompaño en tu sufrimiento no intervengo, solo te escucho, estoy ahí junto a ti. Si tu sufrimiento es necesario, es decir, el que te toca vivir inevitablemente, te acompañaré en ese tránsito hasta que vaya pasando. Quizá te toque el hombro mientras lloras o te de un abrazo en algún momento. Y esto es muy amoroso y humano. Pero si tu sufrimiento es innecesario, es decir, que te lo estás infligiendo inconscientemente por huir de la angustia que tu vida conlleva, de nada servirá que solo te acompañe, porque no habrá mejora, sino solo un largo e infértil “proceso” donde no se avizoran cambios y más bien se contribuye a enquistar la neurosis. Y esto no tiene nada de amoroso ni de humano.
La logoterapia es entonces una psicoterapia en la que en algún momento toca acompañar al otro en su sufrimiento, pero que como hemos visto va muchísimo más allá de solo estar junto al Tu y quedarme viéndolo.
Para más información te invito a revisar las siguientes obras sobre logoterapia:
“Teoría y terapia de las neurosis” de Viktor Frankl. Ed. Herder.
“La psicoterapia en la práctica médica” de Viktor Frankl. Ed. Herder.
“Logoterapia, la búsqueda de sentido” de Elisabeth Lukas. Ed. Paidos.
“Psicoterapia en dignidad” de Elisabeth Lukas. Ed. San Pablo.
“Los modos de ser inauténticos” de Efrén Martínez. Ed. Manual Moderno.
Alejandro Salomón Paredes
Director CPL
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