Logoterapia

Viktor Frankl (1905 – 1997)

La Logoterapia es, a grandes rasgos, un enfoque psicoterapéutico centrado en el despliegue de la libertad humana, fundado por Viktor E. Frankl, médico neuropsiquiatra y filósofo austriaco. Tiene como fin el desarrollo de las posibilidades únicas de cada persona para que responda por sí misma ante su vida, viviendo de forma auténtica y libre, trascendiendo su sufrimiento y encontrando sentido a su existencia.

La logoterapia pone el acento en la apertura y disposición de las personas hacia el mundo, hacia aspectos valiosos que están «afuera», en la vida misma y que al captarlos y realizarlos, la existencia se torna significativa. Por ejemplo la realización en el trabajo, en los vínculos, en el amor, en las experiencias y en el sufrimiento. Cuando estas capacidades se restringen, las personas perdemos un margen de libertad, dejando de ver lo valioso de nuestra vida y orientándonos hacia nosotros mismos.

Como ya intuirán, la logoterapia representa un estilo de vida, una opción para todo aquel que quiera vivir una vida con sentido, de forma auténtica, libre y responsable.

¿Por qué clínica?

La Logoterapia se aplica en diferentes campos del quehacer humano, como la educación o el servicio social. Sin embargo, como psicoterapia hace gala de su esencia, siendo Frankl su principal difusor en la práctica clínica a nivel individual y grupal.

Actualmente la logoterapia como psicoterapia en sí misma, cuenta con métodos e instrumentos de evaluación y diagnóstico muy desarrollados, así como técnicas y formas de abordaje que se fundan en una base fenomenológica y existencial.

¿Dónde se aplica?

La Logoterapia clínica tiene un amplio campo de aplicación. Como logoterapia específica el trabajo se relaciona a personas cuya depresión está relacionada a la falta de percepción de sentido en la vida. En su forma inespecífica el trabajo se relaciona a personas con ansiedad patológica, trastornos del estado de ánimo, disfunciones de la sexualidad, adicciones, trastornos alimenticios; así como en diversos trastornos de la personalidad y trastornos psicóticos.

Es por supuesto, una herramienta de transformación personal. No hay necesidad de padecer una patología psicológica para asistir a terapia. Es un camino de crecimiento personal.