Cuando sientas miedo a estar solo, entrégate a sentirlo, pues es la angustia como señal de tener que elegir el cómo de tu vida. Estar solo implica ser libre, libre para responder por ti mismo y libre para encontrarte conmigo. Naciste solo y morirás solo, y de verdad que solo siempre estás, aunque no quieras estarlo. No me estoy alejando de Buber sino todo lo contrario, pues solo un Yo puede acercarse a un Tu para formar un “entre” y así, un “nosotros”.
Cuanto más miedo sientas a estar solo (tanto que hasta tiemble tu cuerpo), permítete sentirlo, pues significa que estás apoyándote mucho en otros, y es una oportunidad para pararte en tus propios pies, si te descubres. Cuanta más angustia sientas más libertad posible hay, latente. Y la situación te inquiere, la vida te pregunta para que respondas tú por ti. Nadie lo hará en tu lugar.
Cuando sientas miedo a estar solo, hazlo plenamente, pues tienes derecho a sentirlo, a que te pase esto. Como sentir culpa y responder, llegando a una mejor versión de ser. La angustia de ser tu mismo, de ser ese Yo que es libertad, es el inevitable trance hacia la autenticidad, hacia lo propio. No hay atajos ni rutas alternas para esquivar la angustia, pues así solo te desvías. El camino es recto, y al caminarlo ya estás en el destino, que es ser tu mismo.
Cuando sientas miedo a quedarte solo, siéntelo, vívelo, y quédate solo. Estarás junto a ti. Si eso te angustia, bienvenida sea esa angustia, oportunidad para ver cómo está tu relación contigo. Quédate
solo y así sabrás que ya nada te sirve de asidero, que de nadie puedes ya colgarte para no caerte. Siente el temor de no tener piso, date el permiso de sentir el vacío, porque solo cayéndote sabrás lo que es pararte por ti mismo.
Estando solo sabrás que puedes tomar mi mano y soltarla y tomarla de nuevo cuando te haga falta y cuando la estire hacia ti, como en este instante, en el que lentamente nos iremos soltando, porque al final sabes que somos dos y no uno y porque sabes que estás solo, al igual que yo, al igual que todos.
Alejandro Salomón Paredes